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Sin embargo, contrario a la expresión feliz de Yu Holea, las otras tres personas tenían una expresión de asombro en sus rostros.
La razón era bastante simple.
Era la máscara de Yu Holea.
—¡Imposible! —Lira no pudo evitar sorprenderse.
Incluso Sir Aldric se sorprendió. Miraba a Yu Holea con incredulidad.
La diosa, por otro lado, estaba tranquila, pero el aura fluctuante a su alrededor era suficiente para demostrar lo sorprendida que estaba.
Al ver su reacción, la felicidad de Yu Holea desapareció en el acto.
¿...Había dibujado una mala máscara?
¿Qué tan terrible podría ser... que hizo que los tres se paralizaran?
—Yo... ¿qué pasó? —preguntó Yu Holea con suavidad.
Sin embargo, su pregunta no fue respondida ya que cada una de las tres personas estaba demasiado ocupada procesando el shock.
La diosa fue la primera en recuperarse, aunque la calma que normalmente mantenía parecía forzada.
