—Yu Holea... por favor. Debe haber otra manera. Yo... haré cualquier cosa.
Los ojos de Yu Holea se endurecieron.
—Te he dado tus opciones. Salva a mi prometido o enfrenta las consecuencias.
Con eso, Yu Holea se giró y salió de la habitación, su radiante aura se desvanecía al salir, dejando a los candidatos en un estado de pánico y desorden.
La mujer con máscara de gato fue la primera en hablar, su voz temblorosa pero decidida.
—Tenemos que trabajar juntos. Es la única manera de superar esto.
La mujer con máscara de cisne asintió, aunque sus ojos seguían grandes por el miedo.
Sin embargo, todos sabían que solo estaban mintiendo.
¡Sin energía mística, nunca podrían exorcizar a ningún fantasma!
....
A Yu Holea no le importaba el resultado. Esto era solo un pequeño regalo preparado por ella.