—¿Todavía quieres amenazarme? —preguntó Yu Holea con los ojos muy abiertos.
Qiao Jun se dio cuenta de su error inmediatamente.
Amenazar a Yu Holea definitivamente no era el enfoque correcto, especialmente cuando ya estaba molesta con él.
Rápidamente se retractó, dándose cuenta de que necesitaba abordar la situación con más cuidado y comprensión.
—No, no, eso no es lo que quise decir —dijo apresuradamente, soltando un poco su agarre sobre ella.
—Lo siento, Holea. No quise amenazarte. Solo... quiero que sepas que estoy aquí para ti, incluso si estás enojada conmigo.
Yu Holea permaneció en silencio, todavía de espaldas a él.
Qiao Jun podía sentir la tensión en el aire, y le dolía el corazón.
No quería que las cosas terminaran así, no después de que finalmente habían avanzado en su relación.