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Notó que el Maestro Celestial Rong era un cultivador de energía mística.
Él nunca podría ser un fantasma y por eso detuvo a Mu Jie antes de que ofendiera al Maestro Celestial Rong,
—Él no es un fantasma.
Solo una frase de Yu Holea fue suficiente para cerrarles la boca.
De hecho, incluso Yu Holea estaba sorprendida.
Finalmente encontró a alguien que tenía el mismo tipo de poder que ella.
Quería preguntarle qué era todo lo que sabía, y también cómo se había convertido en un cultivador místico.
Pero como eran extraños, ella solo asintió cortésmente hacia él y se fue.
El Maestro Celestial Rong observó a Yu Holea, que se alejaba, y estaba seguro de que ella también era una cultivadora de energía mística.
Sin mencionar que era más poderosa que él.
Se giró y preguntó a Mu Jie,
—¿Quién es ella?
Mu Jie tenía miedo de que el Maestro Celestial Rong se ofendiera por su comportamiento previo y le contó todo lo que había conspirado.