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—No estaba del todo equivocada —dijo ella con terquedad.
Sus ojos no eran capaces de ocultar la obstinación en su corazón.
Qiao Li y Han Fei estaban atónitos.
Era la primera vez que veían a Yu Holea siendo terca.
En su opinión, Yu Holea era demasiado inocente para defenderse por sí misma.
Pero ahora saben que, aunque Yu Holea es inocente, no es tonta como para quedarse de brazos cruzados y permitir que la culpen.
Era el tipo de chica que tiene sus principios.
No fueron los únicos sorprendidos.
Era la primera vez de todos al presenciar esta escena.
Primero, vieron a una chica que llegaba tarde y era castigada severamente pero aún se mantenía en su lugar y valientemente contaba el motivo de su demora.
Luego vieron cómo la incriminaban.
Y luego vieron a Qiao Jun siendo culpado por tomar una decisión equivocada.
—En efecto, no fue completamente tu culpa —de repente dijo Qiao Jun—. Fue un error mío no escuchar tu palabra. Lo siento.
