—Siéntate —dijo él.
Su tono era imperativo y sonaba un poco enojado.
Yu Holea, por primera vez, se sintió un poco asustada y se sentó rápidamente en el asiento delantero.
Cuando Qiao Jun vio la pequeña expresión asustada de Yu Holea, su oscura expresión se suavizó un poco.
Luego se dirigió al asiento del conductor.
En el camino hacia la Mansión Qiao, la atmósfera en el coche era un poco fría.
A excepción del ocasional golpeteo ligero, no había otro sonido.
Por alguna razón, Qiao Zirui se sintió somnoliento y lentamente se quedó dormido.
Entonces Qiao Jun 'accidentalmente' presionó un botón y apareció un tabique en el coche.
Yu Holea también se sentía un poco somnolienta pero de repente despertó al escuchar el sonido.
Mirando el tabique, estaba confundida.
—Es la hora de dormir de Zirui, así que para no molestarlo levanté el tabique —le explicó Qiao Jun.
Yu Holea asintió, sintiendo que Qiao Jun estaba siendo razonable.
