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Cuando terminó el desayuno y Kat no vio ninguna señal de Lily... nada pasó. No era inusual ni extraño en lo más mínimo. Lily no era conocida por levantarse temprano como la familia de Vivian y aun así, levantarse, ducharse y caminar hasta la casa de Vivian simplemente era demasiado esfuerzo en la mente de Lily para un desayuno mejor. Calisto era un gran cocinero, pero realmente no tenía la oportunidad de destacarse demasiado en el desayuno, así que si había una comida para llevar a otro lado, esa era la elegida.
Sin embargo, cuando Kat estaba mordisqueando un trozo de sándwich que le habían empujado en las manos para que dejara de torcerlas, Kat podría haber estado dispuesta a admitir que estaba empezando a preocuparse. Quizás. No era como si no hubiera pasado más tiempo sin ver a Lily, de hecho, recientemente, cuando fue convocada a otros mundos, a veces estaba fuera más de una semana. La diferencia era que siempre era Kat la que corría más riesgo.