Kat y Kamiko estaban sentadas en la mesa del comedor y bebiendo agua mientras descansaban. El Jefe había dado más que un poco de miedo al final. Kat había mirado a Kamiko varias veces, pero ella solo negaba con la cabeza. Kat captó el mensaje implícito, que era algo de lo que realmente no deberían hablar.
*Solo deseo saber al menos un poco más. El Jefe parecía muy sorprendido de verlo, y la expresión en el rostro de Kamiko, aunque asustada, era de al menos cierto entendimiento. Claramente ella tampoco quiere hablar de eso, así que supongo que puedo dejarlo. Quizás sea algo como con los Ángeles donde no puedes hablar de ellos si los otros no saben.*
