—Bueno, supongo que de alguna manera puedo relacionarme —dijo Kat lentamente mientras consideraba lo que Kamiko probablemente pensaba de la situación—. Verás, porque yo fui una de las personas que no fue adoptada pronto, de hecho pasé más tiempo que nadie que conozco en el orfanato donde crecí. Esto significaba que, a pesar de no ser siempre mayor que algunos de los niños, de alguna manera siempre fui la hermana mayor de todos y yo era a quien acudías si necesitabas ayuda la mayoría del tiempo.
—Claro, algunos niños aún acudían a Abuelito, el hombre que dirigía el orfanato, pero para las cosas pequeñas casi siempre era yo, y, no es por alardear, pero a la mayoría de los niños realmente les gustaba pasar tiempo conmigo cuando podían. Excepto por unos pocos raros que siempre parecían tener algo en contra mía y les gustaba causar problemas.
