—¿Alguien todavía tiene alguna razón para oponerse? —preguntó Neveah con expresión vacía.
El consejo de jinetes permaneció en silencio por un breve momento, intercambiando miradas antes de que Conrad avanzara hacia el centro de la sala.
—No ha habido un decreto oficial que indique su título, Lady Neveah. Sin embargo, hemos oído palabras y tales especulaciones no podrían haber comenzado sin motivo... la guardia del Rey también la reconoce y le da su reconocimiento —observó Conrad, desviando su mirada hacia Imagor—. Sin embargo, no han tomado medidas en este tiempo, por lo que surge la pregunta, ¿con qué título debemos recibir sus palabras? El consejo desea escucharlo primero de usted... y después de Nuestro Soberano a su regreso —dijo Conrad.
Las palabras de Conrad simplemente le comunicaron a Neveah que necesitaba aclarar su propia postura ante el consejo en ese momento y que, sea cual fuera el título que declarara en ese momento, sería responsable de los deberes que conllevaba.
