Neveah despertó sintiéndose extremadamente descansada y bastante refrescada, abrió los ojos solo para encontrarse con Laila mirándola preocupada.
—¡Por el Creador, Princesa! ¡Estaba tan preocupada! —exclamó Laila aliviada, con la voz innecesariamente aguda.
Neveah parpadeó sorprendida antes de que los eventos del día anterior volvieran a ella y levantó una mano hacia sus oídos.
—El sangrado ya se detuvo anoche, Princesa, es un alivio verte despierta —dijo Laila con tono de alivio.
'¿En serio lo es?' Neveah pensó para sí misma aunque su expresión permaneció inalterada y hasta permitió una pequeña sonrisa.
Se preguntó si sería demasiado duro aclararle a Laila que levantó la mano para revisar sus oídos debido a sus gritos y no por el veneno en absoluto.
Sin embargo, Neveah decidió que probablemente era mejor mantenerlo para ella misma.
—¿Qué pasó? —croó Neveah, sintiendo la garganta seca y ronca.