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—Bueno, ese trabajo puede esperar —Long Hui sonrió.
—¿En serio? —Yu Qi entrecerró sus ojos.
—Por supuesto —Long Hui sonrió de nuevo—. Es fin de semana. Puedo relajarme un rato.
—Cuñada —la voz emocionada se pudo escuchar.
Era Ren Qian Yi. Agitó la mano hacia Yu Qi. Yu Qi solo sonrió. Mientras que Long Hui miró a Ren Qian Yi como si quisiera asesinarlo.
Ren Qian Yi entendió la mirada de Long Hui, pero ahora mismo, no le tenía miedo a este señor demonio ya que su amada mujer estaba allí. El señor demonio no le haría nada. Ren Qian Yi sonrió con suficiencia. Ren Qian Yi simplemente se sentó frente a la pareja.
—Cuñada, qué sorpresa. ¿Por qué viniste aquí? —Ren Qian Yi preguntó ignorando al señor demonio al lado de Yu Qi.
—Solo quería visitar al Hermano Hui —Yu Qi respondió eso simplemente.
—No me digas que viniste aquí porque extrañas mucho a tu Hermano Hui —Ren Qian Yi solo quería burlarse de Yu Qi.
Yu Qi tosió. Su rostro se volvió rojo.
