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Al día siguiente, fueron al colegio para tramitar los traspasos de los niños. El proceso era simple, pero como había varios niños que querían trasladarse, llevó mucho tiempo completarlo.
Por otro lado, los niños que eran lo suficientemente mayores, junto con Shi Yuan, ayudaron a otros empacando las cosas que querían llevar a la mansión.
La mansión estaba actualmente vacía. Era mejor para ellos llevar todas las cosas necesarias a la mansión.
Era la última noche para ellos en este lugar. Después de que los niños se fueron a la cama, Chang Yu Qian se sentó en la banca afuera del orfanato. Miró al cielo. Soltó un largo suspiro.
Había estado viviendo en esta tierra durante tanto tiempo. Y ahora se había visto obligado a mudarse. Ya que era una orden del gobierno, tenía que obedecer.
Pero después de hablar con Yu Qi y Su Yu Hi, pensó que el gobierno solo quería arrebatarle la tierra. Si querían tomar la tierra, simplemente la hubieran tomado.
