Yu Qi miró hacia abajo. Aoi estaba a sus pies. Estaba pensando en una buena idea después de mirar a Aoi.
—Aoi, eres el mejor —dijo Yu Qi levantando a Aoi y besándolo.
Aoi parpadeó varias veces. No entendía por qué su maestra se comportaba así. Yu Qi fue a un hotel cercano a pasar un poco de tiempo.
Necesitaba descansar ya que llevaría a cabo su plan al día siguiente. Aoi todavía estaba confundido sobre qué quería hacer su maestra. Bueno, solo necesitaba seguir a su maestra y protegerla de los posibles peligros.
.....
Al día siguiente, Yu Qi se despertó temprano como de costumbre. Hizo el checkout en el hotel y fue a buscar algo de desayuno para ella y Aoi. Encontró un puesto que había abierto temprano en la mañana.
—Estás muy temprano, joven dama —le dijo el dueño del puesto a Yu Qi.
—Sí. Mi cuerpo suele despertarse a esta hora —respondió Yu Qi.
Yu Qi pidió comida para ella y también para Aoi. Los dos comieron felices.