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El doctor empezó a revisar el cuerpo de Mu Rong Xie. Frunció el ceño porque no sabía por qué había sucedido esto en primer lugar.
—Doctor, ¿qué le está pasando a mi hija? —preguntó Su Yu Qing.
—Señora, no puedo determinar el problema. Tal vez ¿puedo saber si la Segunda joven señorita Mu tiene alergia a algo o no? —preguntó el doctor.
—No creo que haya sufrido de esto antes —respondió Su Yu Qing.
—Sugiero que la señora Mu la lleve al hospital para un chequeo más a fondo —sugirió el doctor—. No podía hacer nada aquí.
—Pero ¿y si recobra el conocimiento y comienza a rascarse de nuevo? —inquirió Su Yu Qing.
—Dormirá hasta 8 horas. Después de eso, necesita llevarla rápidamente al hospital —dijo el doctor.
—Antes de que me olvide, no deje que las heridas toquen el agua —el doctor dio el recordatorio.
El doctor se fue con la enfermera.
