Tras descansar por unos momentos, Shiro despertó a todos.
—Deberíamos comer algo y continuar moviéndonos.
Leyendo lo que había escrito, el grupo asintió en acuerdo.
—Hmm, yo distribuiré el primer set de raciones —dijo Jonas mientras sacaba unos paquetes.
—Estoy bien en cuanto a raciones. Compártanlas entre ustedes —Shiro negó con la cabeza y saltó a los árboles más altos.
Mirando alrededor, ella ojeó para ver si alguna de las bestias más grandes se acercaba.
«Por lo que parece, el jefe final todavía no ha liberado a ninguno de los mini jefes. Hmm…» Pensó mientras entrecerraba los ojos.
Otra cosa que se dio cuenta era que el jefe no emitía su intención de matar tan frecuentemente como antes.
Esto les daba al grupo el tiempo suficiente para descansar apropiadamente y recuperar su energía.
Shiro estaba a punto de continuar su reconocimiento cuando Lyrica aterrizó en una rama de árbol junto a la suya.