Estirándose lejos, Shiro se sorprendió al ver a Kanae abrazándola dentro de su propia bolsa de dormir.
«¿Cómo se metió aquí?», pensó Shiro al principio. Su siguiente pensamiento fue: «Lo siento, no tengo nada con lo que acolchar tu cabeza». Sacudiendo sus pensamientos ociosos, Shiro empujó suavemente a Kanae para que saliera de su abrazo.
—Mn... ¿Shiro-nee? —Kanae murmuró mientras abría los ojos somnolienta.
—Shh, vuelve a dormir. Todavía es muy temprano en la mañana. —Shiro escribió y colocó su dedo sobre sus labios.
—¿Y tú? ¿Vas a algún lugar, Shiro-nee? —preguntó mientras se frotaba los ojos.
—Sí. Pero hoy volveré más temprano, ¿vale? —Sonrió.
—Vale~
Al obtener su respuesta, Kanae cerró los ojos y se volvió a dormir.
Riendo levemente, Shiro salió de la bolsa de dormir y de la tienda.
Su objetivo de hoy era probar una de las mazmorras de esta ciudad. Su segundo objetivo era nivelar a Yin tanto como fuera posible.