—Entonces, de las tres anclas, ¿Indri es el más fácil siempre que el Kirin no esté? Parece que deberíamos explorar el área alrededor del ancla para poder planear nuestro ataque —dijo Shiro con una sonrisa.
—Bueno, puedo hacer algo de reconocimiento desde esta casa, ¿sabes? Como dije, he estado vigilando a la mayoría de las reinas mientras intento descubrir cómo hacer un ancla. Después de todo, pasar años sin hacer absolutamente nada es idiota. Siempre hay algo que puedes hacer —encogió de hombros la Shiro mayor antes de chasquear los dedos.
De repente, una transmisión en vivo de la cordillera de Montaña Indri apareció en la pantalla. Se podían ver grandes puentes que se extendían de una montaña a otra mientras los relámpagos centelleaban en las oscuras nubes que sobrevolaban el área.
—Espera, ¿esta es una transmisión en vivo? —levantó las cejas Shiro.