Sentada en el taburete para bebés, Shiro miraba la mesa del comedor con una expresión complicada.
Yin no era tan insoportable como antes. Su aura era madura y parecía estar en un estado constante de calma, y traía serenidad a su alrededor, lo cual fue una gran sorpresa para Shiro.
—¿Mn? ¿Estás bien, cariño? No pareces estar comiendo tu comida —la Shiro mayor preguntó con preocupación.
Rápidamente sacudiendo la cabeza, la Shiro joven empezó a comer mientras pensaba en lo que estaba sucediendo.
'Nimue, Iziuel, Attie, Estrella, ¿están ahí?' Llamó en su mente, solo para no obtener respuesta.
Dándose cuenta de que estaba sola en este juicio, Shiro no pudo evitar fruncir el ceño.
Levantando la vista, vio a la Shiro mayor encender la televisión solo para fruncir el ceño.
Curiosa por saber por qué tenía esa expresión, la Shiro joven también miró hacia la televisión solo para sorprenderse con el titular.