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Viendo que bastantes personas estaban al borde de la muerte, Estrella sabía que tenía que hacer algo para que los médicos tuvieran tiempo de curar a todos. Corriendo hacia Aekari con Nan Tian al lado, deslizó su mano y abrió varios portales alrededor de él.
Desde los portales, se podían ver unas largas y fantasmales manos que se estiraban e intentaban restringir a Aekari donde estaba.
—¡Hmph! —Soltando una leve burla, un torbellino de energía brotó de Aekari mientras disipaba con fuerza el portal y alcanzaba el cuello de Estrella.
Por lo que había visto hasta ahora, ella era una de las más molestas, ya que podría enviar fácilmente a Shiro lejos si empezaba a ganar. Por lo tanto, al matarla, asegura que se queden aquí con él.
Sin embargo, antes de que pudiera alcanzar a Estrella, Nan Tian bloqueó su camino y golpeó su puño contra el pecho de Aekari.
