Avanzando por el país para poder contratar algunos aventureros que los llevaran a Epona.
Shiro había alquilado una montura voladora para llevarlos a Tokio mientras ella se sentaba en su lomo con Attie en su regazo leyendo un tipo de libro. En su mano libre, sostenía el loto y lo cargaba con su mana.
—¿Qué estás leyendo? —preguntó Nimue.
—¿Mn? ¿Te refieres a esto? —respondió Shiro señalando el libro.
—Es algo que hermana mayor escribió mientras estaba en la prueba. Los imprimí todos de memoria ya que no saqué nada de la prueba. Aunque técnicamente sé lo que está pasando, supongo que aún es mejor leerlo en una copia física —se rió antes de pasar las páginas.
—Ya veo, ¿y qué dice?