—Parece que esto es la corrupción, ¿eh? —dijo Shiro mientras bajaba del carruaje.
—Mn, parece que sí —asintió Kuromi con la cabeza ya que tenía una expresión seria en su rostro.
—Desde donde estamos, todavía queda aproximadamente un día hasta que lleguemos a la capital. Si la llamada corrupción se ha extendido tanto y los monstruos ya están atacando, no quiero ni imaginarme cómo será en la ciudad capital —dijo Kuromi mientras negaba con la cabeza.
—Mn, ¿quieres que disminuyamos el ritmo un poco? Si entramos a la carrera, podríamos quedar rodeados por monstruos —sugirió Shiro.
Asintiendo con la cabeza, Kuromi estuvo de acuerdo con la decisión de Shiro e informó a Phillip de su elección.
—Entendido joven señorita —respondió él.
Volviendo al carruaje, Kuromi se preguntaba si deberían traer alguna forma de protección.