Después de dormir un poco, Shiro se sintió increíblemente renovada mientras bostezaba y se frotaba los ojos.
Al mirar a su alrededor, vio que era aproximadamente el final de la tarde. El sol estaba por ponerse y estaban a punto de montar el campamento.
—Bueno, eso fue bastante satisfactorio. Veamos… Hermana mayor, ¿algún progreso? —Shiro preguntó mientras se asomaba por el borde del techo y miraba dentro de la carreta.
Al ver a Shiro sacar su cabeza por encima de la carreta, Kuromi solo se rió y le tocó la frente.
—Sí, he avanzado. Para mi hermanita que ha estado durmiendo plácidamente encima de la carreta, he finalizado el hechizo para ti. Bueno... digo finalizado pero todavía es un prototipo. Sin embargo, es mucho mejor que el hechizo que tenemos. Necesitaré hacer algo por mi parte, sin embargo —Kuromi explicó.
—¿Oh? ¿Y qué es eso? —Shiro inclinó la cabeza con curiosidad.
