Esperando justo fuera de la ciudad con Kuromi, ambas observaban cómo el sol se levantaba lentamente. La patrulla estaba circundando la ciudad sin tener idea de que todo el infierno estaba a punto de desatarse en el momento en que el enemigo viera la cabeza.
En el tiempo previo a este momento, ya habían experimentado bastante con los guanteletes pero progresaron muy poco al tratar de fusionar la activación de la Vestimenta Celestial y el guantelete al mismo tiempo.
Por supuesto, Shiro se aseguró de descansar un poco para poder recuperar tanta energía como pudiese y así estar lista para la lucha.
—Oh, creo que veo a unos pocos exploradores adelante —dijo Kuromi mientras Shiro aguzaba el oído al mencionar los exploradores.
Convirtiéndose en una esfera, la lanzó hacia donde estarían los exploradores y los observó con una sonrisa en su rostro.
