Mirando fijamente en un punto muerto, tanto Shiro como el gigante usaron su aura para sondear al oponente a fin de ver qué deberían hacer.
El objetivo de Shiro era ganar tiempo, así que esta situación en realidad le resultaba bastante beneficiosa. Durante su enfrentamiento, notó que el dragón y el gigante parecían mirarse el uno al otro de vez en cuando.
—Deben estar hablando entre ellos. Aunque me pregunto por qué aún no me han atacado... —Shiro pensó con el ceño fruncido.
Al mirar a su alrededor, vio a los guardias moviéndose hacia el bosque mientras protegían lo que parecía ser una lanza.
—¿Hmm? ¿Qué estarán planeando hacer? —frunció el ceño.
Pensando en ello por un momento, Shiro decidió dirigirse hacia ellos para que pudieran enfrentarse al gigante y al dragón en su lugar. Podía decir que Kuromi ya se había alejado lo suficiente y que los guardias sombra ya se habían reunido en el lugar donde había colocado una de sus esferas.