Al entrar al restaurante, los tres pagaron por una mesa normal ya que no disponían de mucho dinero.
Pidiendo algunos de los platos más sencillos, esperaron pacientemente mientras Shiro echaba un vistazo a las calles.
—¿Es bastante pacífico aquí, no es cierto? —preguntó Shiro dando una breve mirada a Phillip.
—Efectivamente —respondió Phillip asintiendo pero estaba confundido sobre por qué Shiro le había hecho tal pregunta.
«Lástima que esta paz será destruida una vez que Shiro termine con ella», pensó Kuromi negando con la cabeza ya que entendía que si Shiro esparcía la información sobre lo que había pasado en Teriu, las familias en Yoru definitivamente estarían curiosas.
Esperando un corto tiempo, la comida finalmente llegó y Shiro sonrió con ansias.
Tomando unos palillos, movió su máscara ligeramente y comenzó a comer. Era desafortunado que no tuvieran fondos suficientes para conseguir una habitación privada pero aun así podía comer sin revelar quién era.