—¿Así que dijiste que la familia ya está destruida, verdad? ¿Y que somos todo lo que queda? —preguntó Shiro con rostro serio.
—Efectivamente —Phillip asintió con la cabeza.
—¿Puedes decirme algo sobre nuestros enemigos?
—¿Podría ser que estás pensando en venganza? —Phillip frunció el ceño, ya que esto no era lo que su señor había querido.
—Por supuesto que lo estoy.
—Por supuesto QUE lo estamos, hermanita. También estoy aquí, ¿sabes? —Kuromi interrumpió con una sonrisa.
—Claro, claro —Shiro rodó los ojos.
—Pero joven señorita, su padre quería que ustedes huyeran para que pudieran vivir en paz. No quería que se pusieran en peligro de esta manera —Phillip frunció el ceño.
—Phillip, solo dime lo que sabes sobre nuestros enemigos. Si ni siquiera sabemos quién nos tiene en la mira, ¿cómo podemos vivir en paz? —Shiro sonrió.