Durante los siguientes días, Shiro pasaba sus días en relativa paz, mientras Keiko se ocupaba de todo.
Actualmente, se sentaban en su habitación con Shiro bebiendo jugo una vez más mientras Keiko golpeaba su cabeza contra la mesa.
—Ten cuidado, si te noqueas, el papeleo podría acumularse aún más —Shiro sonrió.
—¿Y de quién es la culpa de que tenga que hacer este papeleo? Informes de daños, verificaciones financieras y demás, todo por un solo hechizo. Sabes, si algo, deberías estar ayudándome ahora mismo —Keiko se quejó.
—Bueno, si lo haces tú puedes garantizar que está correcto, ¿no? Habría más problemas si ayudara y cometiera un error —Shiro se rio entre dientes.
—Como sea —Keiko rodó los ojos.
—Entonces, ¿cuáles son tus planes por ahora? Tengo una reunión de líderes mundiales pronto y no creo que deba llevarte. Principalmente porque seguramente tendrán habilidades para quitar disfraces, así tu identidad será revelada. Eso es lo último que yo y Yuki queremos —Keiko preguntó.