Sacudiendo ese pensamiento de su mente, el director suspiró.
—Supongo que sí. Dado que has alcanzado la calificación más alta, estoy seguro de que puedes acceder a los manuales para magos. Aunque no estoy muy seguro de si serán útiles para ti, ya que están destinados a magos... más convencionales, supongo —respondió. Normalmente, un mago utilizaría sus hechizos y no su cuerpo físico para completar la prueba, pero Shiro acababa de demostrarle lo contrario.
—Está bien —asintió Shiro, ya que quería ver qué contenían los manuales para los magos normales. Después de todo, es una maga en esta vida, así que probablemente sería bueno para ella estudiar un poco cómo operan los magos.
—Pero en serio, ¿eres maga? ¿Quién te enseñó a pelear así? —preguntó con curiosidad, ya que los magos normalmente no reciben entrenamiento para actuar como lo hizo Shiro.