Shiro habló con Iziuel durante una buena hora antes de sentirse cansada una vez más. Despidiéndose, regresó con Aarim.
Por supuesto, hizo parecer que había vuelto del exterior de la habitación, de lo contrario podría levantar algunas preguntas innecesarias, como por qué tiene acceso a pisos que sólo están disponibles para los ancianos.
—¿Cómo va tu investigación? —preguntó Shiro con curiosidad.
—Mn? Oh, va bastante bien. Hay un montón de teorías acerca de las mazmorras e incluso contiene algunos experimentos que aún no se han revelado al público. Aunque tengo que tomarlo todo con un grano de sal, ya que puede haber fabricaciones dentro de estos documentos —se encogió de hombros Aarim.
—Ya veo. Bueno, vamos a regresar. La fiesta ya debe haber vuelto —dijo Shiro mientras Aarim estuvo de acuerdo.
Cuando estaban de camino de regreso, vieron a la fiesta entrar en la sala.
—Yo, ya volví —llamó Shiro.