Mientras todos se sentaban alrededor de la mesa, dirigían su mirada hacia Shiro.
—Mn, ¿por dónde empezamos? —preguntó ella con una sonrisa tranquila.
A pesar de que todos eran nivel 100 y algunos incluso 110, la presencia de Shiro no era más pequeña que la de ellos. Su aura incluso los hacía sentir un poco presionados a pesar de que ella sólo era nivel 50.
—¿Qué tal el plan? —sugirió uno de ellos.
—Mn, cierto el plan. Verán, el plan es para invadir el castillo del Rey Demonio y matarlo allí. Lisandra aquí tiene un arma que está bendecida por la diosa la cual puede debilitarlo en un 90% por lo que esta es la mejor oportunidad que tenemos de matarlo. Sin embargo, entiendo que tienen que preocuparse por sus territorios. Puedo decir con certeza que una vez que den unos cuantos núcleos a sus soldados, ellos serán capaces de resistir por un tiempo y mantener el lugar seguro —Shiro sonrió.