—¡Ahh! —Lírica repentinamente gritó conmocionada, despertando a Shiro de su siesta.
—¿Estás bien? —Shiro preguntó con el ceño fruncido. Podía ver que Lírica tenía un brillo rosa lo que significaba que había pasado, pero no parecía estar muy bien.
En ese momento, estaba sudando y tocando su hombro derecho por alguna razón que Shiro desconocía.
Al voltearse, vio a Shiro sentada en una roca e inmediatamente se puso en guardia.
—Shiro.
—¿Qué tal? —Shiro respondió con despreocupación.
—Dime, ¿te caigo bien? —preguntó ella con los ojos entrecerrados.
—¿Caer bien? Pues claro. Eres mi amiga —Shiro levantó una ceja.
*suspiro
Lírica suspiró aliviada mientras toda la fuerza abandonaba su cuerpo. Se desplomó en el suelo, tomándose un momento para calmarse.
—Supongo que la prueba del corazón fue bastante dura para ti —Shiro preguntó, acostándose a su lado.
—¿Prueba del corazón? —Lírica preguntó mientras las cosas empezaban a aclararse para ella.