Agitando su muñeca, creó varios altos pilares de hielo sobre los edificios que eran más peligrosos.
Alura reconoció al instante los edificios marcados como aquellos que albergaban las drogas. Después de todo, había pasado la noche memorizando el mapa completo que había obtenido de la persona misteriosa.
—¡Concéntrense en esos edificios primero! —gritó.
No quería usar su Bombardeo de Fuego Infernal todavía, ya que no sabe qué podría pasar si entra en contacto con las drogas.
Si reacciona y se dispersa en el aire, sería un desastre completo para Cairosa.
«Aprovecharé esta oportunidad para conseguir algunas muertes para mi título», pensó mientras tocaba su collar.
Cuatro espadas aparecieron a su alrededor mientras algunos de los aventureros reconocían que era el equipo de set morado vendido en la subasta.
—¿¡Ella logró pasar la prueba del arma!? —alguien gritó sorprendido.