—Hera Cruel.
Era conocida por muchos nombres y por los crímenes que cometió, e incluso por los crímenes que no cometió. Muchos le tenían miedo y a lo que era capaz de hacer. Otros ni siquiera querían tener tratos con ella. Había innumerables vidas bajo su responsabilidad, y sus almas inquietas siempre se le acercaban a los pies, tratando de arrastrarla al infierno donde pertenecía.
Sin embargo, Hera no siempre había sido tan especial y temible como se había convertido. De niña, era como cualquier otra: curiosa, inocente y un rayo de sol. No siempre había comprendido el ambiente en el que crecía. Tenía preguntas —miles de ellas. Aunque sus padres, Vicenzo y Felice, hicieron todo lo posible por explicarle todo, nunca respondieron a todas las preguntas en su mente inocente.