—Jaja... —Dominic rió entre dientes al recordar la cara de Cielo antes de dirigirse a la ducha. Su brazo descansaba en el borde de la bañera, decidiendo tomar un baño más largo para enfriar su cuerpo. Era mejor quedarse aquí por un tiempo en lugar de provocar a su esposa. No le importaba tomarla esa noche, pero eso nunca estuvo en sus planes.
Dominic solo quería confirmar si estaba interpretando sus señales correctamente. Utilizó todo el día para pensarlo, y esa fue la decisión a la que llegó, para no tener que huir la próxima vez. Para ser justo, asumió que simplemente la estaba malinterpretando y estaba preparado para las consecuencias.
¿Quién habría pensado que el resultado sería lo contrario?
«Debería haberla provocado más», pensó, pasando la parte inferior de sus labios con el lado de su índice.
[Vale, continuemos, ¡pero nada de mordiscos! ¿Entendido?]