—¿Era necesario, señora? —Después de que Silas se marchó, el mayordomo Fu vino desde la puerta de salida. Escuchó la breve conversación entre Silas y la abuela Zhu y decidió salir cuando aquel se fue. Parado a unos pasos de donde ella estaba sentada, no pudo evitar plantear la pregunta.
—Supongo que todavía me culpa por lo que pasó —La abuela Zhu soltó un profundo suspiro, mirando la puerta por donde se fue Silas—. Pensé que una vez creciera, entendería por qué hice lo que hice en el pasado. Pero claramente, estaba equivocada.
—Hizo lo que creía correcto en aquel momento.
—Y lo lamento —Ella cerró lentamente sus ojos, girando la cabeza hacia la mesa de centro—. Mayordomo Fu, cuanto más vivo, más me doy cuenta de que tomé más malas decisiones que buenas. Desde el incidente, no paro de pensar ¿qué habría pasado si hubiera matado a mi hijo en aquel entonces?
