Cuanto más cerca estaba la celebración del aniversario del Grupo LYON, más ocupados estaban todos. Los días se sentían largos, pero no lo suficientemente largos para terminar el trabajo. Aun así, todos trabajaban codo con codo para hacer de esta celebración algo perfecto y antes de que todos se dieran cuenta, el día del aniversario estaba a solo un día de distancia.
—¡Hermana! —mientras hacía recados para otro departamento, Cielo escuchó una llamada. Pero antes de que pudiera hacer nada, sintió una mano tomar su brazo y arrastrarla hacia un rincón. Girando la cabeza, alzó una ceja.
—¿Qué? —preguntó, un poco molesta con Axel. Lo había ignorado a propósito cuando lo vio de reojo, pero el tipo aún así la arrastró consigo.
Axel tenía los ojos muy abiertos, mirando su brazo donde sostenía algunos papeles y carpetas.
—Hermana, ¿entonces es verdad?
—¿Verdad, qué?
—¡Que estás trabajando en la empresa como chica de los recados!