—¿Por qué? —exclamó Cielo.
Dane y todos se sobresaltaron un poco ante la voz resonante de Cielo. Giraron sus cabezas para ver por qué Cielo estaba gritando, pero el lugar estaba vacío. Solo estaban ellos.
—¿Qué está haciendo? —Bella, del departamento de arte, frunció el ceño—. ¿No me digas que está afuera pero aún así nos alcanza a escuchar?
—¿Esa es la nueva empleada del departamento de arte? —preguntó otro empleado a Bella, solo para ver que la mujer asintiera.
—Es un poco enérgica, pero es trabajadora —Bella sonrió—. Disculpen por eso.
—Ignoremosla —Dane sacudió su cabeza mientras dejaba escapar un suspiro leve—. En fin, como iba diciendo, ya que el tema es un baile de máscaras…
Sin poner demasiado pensamiento en lo que la traviesa recadera estaba haciendo, todos continuaron con su discusión. Mientras Dane hablaba, tomaban notas para no perderse ni el más mínimo detalle.