—Porque si lo sé, habrá dos mujeres acechándolo —Ivy estalló en risa, sin esperar la respuesta de Cielo. Pero en ese momento, Ivy pensó que eso sería algo que Cielo diría. Era una especie de amiga solidaria y a veces, Ivy también se preguntaba si eso era saludable o rozaba la toxicidad. De cualquier manera, su amistad solo se hacía más fuerte, como si hubieran sido amigas durante muchos años.
Las dos mujeres charlaron más como si no hubieran estado juntas durante mucho tiempo. Extraño, era algo que cruzaría por sus mentes. Aunque Ivy la visitaba con frecuencia e incluso incluía sus visitas en su agenda oficial, nunca se quedaban sin temas de conversación. No importaba si era un tema superficial o una charla más profunda.
—Está bien —Ivy suspiró mientras revisaba su pequeño reloj de pulsera—. No sabía que habían pasado tres horas. ¿Cómo puede pasar el tiempo tan rápido cuando estoy contigo?