Una cita... qué idea más extraña.
El matrimonio entre Cielo y Dominic no era diferente a un matrimonio arreglado. Tal vez, peor. Nunca tuvieron citas —no es que la idea no se le haya cruzado. Simplemente no tuvieron la oportunidad. O más bien, Cielo nunca le dio una oportunidad a este matrimonio.
La razón por la que su sugerencia le sonaba totalmente extraña.
—Si realmente lo dices en serio, entonces tengamos una cita nocturna. No creo que hayamos tenido una cita antes y después del matrimonio.
Dominic miró a Cielo en silencio durante un momento, repitiendo su sugerencia en su cabeza. —Es cierto. Nunca lo hicimos. Su voz era tranquila pero baja, manteniendo su mirada sobre ella.
—¿Deberíamos intentarlo? —ella inclinó su cabeza hacia un lado, sonriendo—. ¿Qué dices?
Hubo un momento de silencio que descendió en la cocina. Los dos se miraron sin mostrar ninguna señal de que quisieran apartar la vista.
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