[ RESIDENCIA ANTIGUA DE LOS ZHU ]
—Solo un poco más y obtendrás los resultados que deseas —Abuela Zhu rió con ganas, haciendo que su silla se meciese un poco—. Con práctica, mejorarás cada vez más.
En la otra mecedora de la veranda conectada a la habitación de la Abuela Zhu estaba Cielo. Tenía una sonrisa brillante en su rostro, disfrutando de su sesión de tejido con la Abuela Zhu. Desde que se mudó aquí, pasaba tiempo con la Abuela Zhu todos los días.
Aunque simplemente tejían juntas y charlaban, Cielo sorprendentemente disfrutaba mucho de la compañía de la señora mayor. Lo disfrutaba tanto que ni siquiera notaba cómo pasaba el tiempo.
—Oso me dijo que el posavasos que hice la última vez era feo —compartió sin poder hacer nada—. De alguna manera, mi orgullo resultó herido.
La Abuela Zhu rió, observando a la dama en la otra mecedora —Tú y ese hombre mayor me recuerdan a mí y al Mayordomo Fu.