Embarazo.
Dominic y Cielo habían discutido o charlado casualmente sobre cualquier cosa que pudieran hablar. Sin embargo, nunca discutieron el embarazo. Ambos estaban inseguros de la razón, pero no lo habían considerado hasta ahora.
Entonces, cuando escucharon la posibilidad de que Cielo pudiera estar embarazada, la primera persona en la que pensaron fue en Sebastián.
—Debería estar feliz, ¿verdad? —se preguntó Cielo, alisando el cabello de Sebastián, quien acababa de quedarse dormido en su habitación para una siesta de la tarde—. Entonces, ¿por qué estoy nerviosa?
Si era cierto que esperaba un hijo, entonces Cielo debería estar feliz. Después de todo, este niño era el fruto de su amor. Tener una familia propia siempre había sido su sueño. La gente podría haberle dicho cuán tonta y aburrida era esta ilusión, pero no le importaba porque eso era lo que quería.
Entonces, ¿por qué estaba nerviosa? ¿Inquieta ante la idea del embarazo?