Cielo no tenía muchas expectativas para la agenda de hoy excepto divertirse con su esposo. Pero al final, la compañía con la que pasó bastante bien el tiempo fue Ivy Wei. El nombre de esa mujer no sonaba bien al principio.
¿Quién hubiera pensado que Ivy Wei era mejor en persona? Y cuanto más Cielo conocía a la persona, tenía que admitir que le gustaba cada vez más. Sus personalidades y energías coincidían como si estuvieran destinadas a ser amigas.
Ambas, seguras de sí mismas y capaces.
La Cielo original nunca.
—Pareces... muy feliz.
Cielo desvió su mirada hacia la persona a su lado en el asiento trasero, haciendo que su sonrisa se ensanchara aún más. —Más bien estoy aliviada.
—¿Aliviada? —Las cejas de Dominic se levantaron con curiosidad—. Es una palabra extraña para usar en estas circunstancias.