—Cielo, en realidad hay un jacuzzi aquí. ¿Quieres relajarte un rato?
—Oye, Ivy —Jeremy instintivamente cerró la boca cuando Ivy le lanzó una mirada asesina.
—Tsk. Me rindo si no ha quedado claro para ustedes dos —Ivy chasqueó la lengua antes de sonreírle a Dominic—. Dom, me llevo a tu esposa por el día. Deberías permitirlo, porque no puedo creer que dejaste que esos tipos apostaran en nuestra batalla amistosa.
—Pero ella quiere hacerlo...
—¡Shh! —Ivy chasqueó la lengua aún más fuerte ahora, envolviendo sus brazos alrededor del brazo de Cielo—. Sin excusas, señor Zhu. Ustedes chicos diviértanse con sus tontas discusiones y déjennos a nosotras las chicas en paz, ¿vale?
Luego se giró hacia Cielo con una amplia sonrisa —¿Vamos?
Cielo frunció los labios para reprimir sus risitas, lanzando a Dominic una mirada —Cariño, me quedaré con Ivy por ahora, ¿de acuerdo? Te veré más tarde.