—¿Está bueno? Fui yo quien lo hizo. ¿Te gustó? —Dominic masticaba lentamente y movía su cabeza como respuesta.
—¿De verdad? Entonces, me alegro. —Los labios de Cielo se estiraron mientras tomaba sus cubiertos para comer su comida también.
Cuando Cielo se unió a él para cenar, Dominic mantuvo sus ojos en ella. Después de un rato, volvió su mirada a la comida, cortando el bistec elegantemente.
—¿No quieres discutir algo? —preguntó después de minutos de nada más que silencio.
—¿Hmm?
—¿Por qué me pediste que cenara contigo? —Dominic aclaró, enfrentándola directamente—. Si quieres decir algo o si necesitas algo, solo dímelo.
Cielo masticó su comida mientras reflexionaba. '¿Es esta la razón por la que aceptó cenar conmigo?' suspiró mentalmente, pero ya casi acostumbrada a este tipo de reacción en este punto.
Dominic y todos a su alrededor siempre sospecharían de las razones detrás de sus acciones. Incluso Cielo dudaría de sí misma si estuviera en sus zapatos. Después de todo, su cambio de comportamiento fue demasiado drástico. Era casi difícil de creer.
Bien, este cambio drástico fue porque la Cielo de ahora no era la verdadera Cielo que todos conocían. Pero ellos no lo sabían, y aunque se lo dijera, ¿quién la creería?
—¿Es un pecado querer la compañía de mi esposo? —respondió tan pronto como tragó la carne—. No pensé que necesitaba algo, pero ya que preguntas, podría tener una petición.
'Lo sabía,' pensó Dominic. —¿Qué es?
—Necesito que tengas una mente y un corazón abiertos.
???
—Me refiero a que, sé que esto es difícil para ti, pero como Basti aún no ha llegado a casa, planeé usar este tiempo para unirme contigo —explicó ella casualmente sin pensarlo dos veces—. Al menos, para usar este tiempo para familiarizarnos más con la presencia del otro. Aunque eso no solucionará todo, creo que es un buen comienzo. Será bueno para Basti si ve que sus padres se llevan bien.
Dominic repitió todo lo que ella había dicho en su mente.
—¿Qué? —exclamó.
—No te preocupes. No te molestaré, sabiendo que tienes mucho trabajo. Pero podría requerir que vengas a casa todos los días o tan a menudo como sea posible —agregó—. Nuestro hijo aún es joven y la presencia de su padre seguramente ayudará con su desarrollo. ¿Qué dices?
Los labios de Dominic se abrieron, pero ninguna palabra salió. ¿Qué diría? Su propuesta fue demasiado repentina. Todo lo que recordaba era pedirle que fuera amable con su hijo, pero parecía que ser amable no era lo único que ella planeaba hacer.
'Cielo…' sus ojos brillaron débilmente. '... ¿qué estás planeando?'
—¿Hmm? —Cielo inclinó su cabeza hacia un lado—. Si eso es pedir demasiado, entonces está bien. Es decir, sé que esto surgió de repente. Pero solo estaba pensando…
—Cielo Liu. —Cielo se detuvo cuando la voz de él sonó firme—. Si ese es tu plan, no te impediré hacerlo. Sin embargo, si esto es solo un simple acto, deberías parar ahora. No te estoy pidiendo que hagas todo esto sino que seas una madre para Basti.
—Ugh… esto es molesto. —Cielo quería lanzar un berrinche enorme, pero tenía que mantener la calma—. ¡Todo es culpa de Cielo! Oh, serenidad. Calma. Nada bueno vendrá si te castigas a ti misma ahora.
—Arruíneme si cambio de opinión a mitad de camino. —Su sonrisa se desvaneció—. Entonces, ¿antes de que nos desviemos del tema original, aceptas?
—Veré lo que puedo hacer. —Dominic volvió su mirada a su plato, reanudando su comida—. Necesito al menos un día para reorganizar mi horario. Te lo envié hace unas horas.
—Lo sé. Por eso estaba preocupada de que pudieras sobrecargarte de trabajo. Dios. Creo que tu asistente quiere matarte.
Dominic hizo una pausa, deslizando sus ojos hacia un lado. Su esposa ya estaba comiendo mientras hablaba casualmente sobre su horario. Pensó que simplemente lo había revisado por encima, pero parecía que le había prestado atención. Dominic sacudió su cabeza ligeramente, deshaciéndose de los pensamientos innecesarios que estaban resurgiendo en su cabeza.
Hubo momentos en los que la miraba y ella le devolvía la mirada con una sonrisa. Cielo intentaba iniciar una conversación, pero él mantenía sus respuestas cortas y simples. Así, al final, se quedó sin temas de qué hablar.
Él se dio cuenta de eso, sin embargo.
Incluso si no quería notarlo, su comportamiento era difícil de ignorar. ¡Cielo le estaba hablando! No solo eso, sino que ella fue quien inició la conversación. Incluso se jactó de la comida que estaban comiendo, ya que afirmó haberla hecho ella misma.
No es de extrañar que no fuera tan buena como la que prepararía el jefe de cocina.
—¿Deberíamos ver algo después? —preguntó Cielo después de terminar su cena, y ahora disfrutaban de una copa de vino—. ¿O todavía tienes trabajo que hacer?
Dominic la miró.
—Trabajo.
—¡Maldición! —Cielo se retorció mentalmente, deteniéndose de darle una charla—. No porque ella estuviera cambiando, tenía que cambiarlo a él también. Tenía que estar agradecida de que aún escuchara su solicitud. No debería forzar su suerte.
—Oh… está bien. —Cielo movió su cabeza antes de tomar un sorbo de vino—. Mhm. Este está bueno.
—Hmm. —Dominic terminó su vino de un trago antes de enfrentarla—. Volveré a mi habitación. Gracias por la cena.
—¿Tan pronto?
—¿Eh? —parpadeó—. Tú también deberías dormir. El doctor dijo que necesitas cuidarte. No bebas demasiado.
—Mhm… —Cielo se reclinó mientras Dominic se levantaba lentamente de su asiento. Colocó la servilleta al lado de su plato antes de que su mirada cayera sobre ella—. Buenas noches.
Eso fue todo lo que pudo decir antes de irse, sin darle una segunda mirada.
—Dios… ¿él cree que esto es una cena de trabajo? —Cielo suspiró, viendo a su esposo dejarla sola.
—Bueno… —La esquina de sus labios se curvó en una sonrisa astuta, mientras sus ojos brillaban maliciosamente—. No es como si no hubiera considerado que esto ocurriese.