—Dije, tu padre... merece morir, sabiendo que su adorada hija no estaba ahí para él, sino yo.
Al escuchar las últimas palabras de Paula, Cielo se sintió como si alguien acabara de echarle agua fría encima. Lo que Paula había dicho sonaba extraño. Eso no estaba en sus recuerdos.
'No, espera...' Cielo de inmediato rebuscó en sus recuerdos, solo para darse cuenta de que se había perdido un detalle importante.
Hace cinco años, el médico mencionó de pasada que Paula estuvo presente en la muerte de su padre. Sin embargo, Cielo estaba tan desconsolada que rechazó toda la información que le daban. Incluso durante el funeral, lo único que hizo fue llorar a mares y lamentarse.
Cielo no pensó en nada más que en el dolor de perder a su padre. El único padre que tenía. Nunca se le cruzó la mente el juego sucio, ya que su padre tenía el alma más bondadosa. ¿Quién querría matarlo?