—¡Corten! —La potente voz del Director Guan resonó desde el micrófono—. Estuvo bien. ¡Prepárense para la próxima escena!
Tan pronto como sus siguientes órdenes salieron de su boca, giró la cabeza hacia donde estaba Cielo. —¿Entendiste la escena?
—Sí —Cielo se enderezó desde la pantalla del monitor, enfrentándose al director con una sonrisa—. Lo tengo, Director Guan.
—Deberías ensayar más, Cielo. Esta es una escena de lucha.
—Está bien, Director. Ya lo hice antes con los especialistas —Sus labios se extendieron—. No te preocupes. No te decepcionaré, considerando que acabamos de reconciliarnos.
—Dios, chica —El Director Guan sacudió la cabeza, recordando lo enfadado que se sintió con ella por cancelar su escena la semana pasada. Sin embargo, su enojo no duró mucho cuando ella llegó hoy.
¿Cómo podría uno enfadarse con Cielo cuando sabía manejarse tan bien con las palabras? Además, incluso hizo un gran gesto al invitar a la producción para mostrar su sinceridad.