—¿Dom? ¿Y si te digo que no soy Heaven Liu, sino alguien más? —Dominic parpadeó con ternura, evaluando la expresión seria en su rostro. Cielo parecía indudablemente seria, lo que hacía difícil para él creer que estuviera bromeando.
—¿Lo eres? —él devolvió la pregunta con un calmado tono barítono.
Un ligero suspiro escapó de Cielo. —¿No puedes simplemente responder? —preguntó ella desamparada—. Solo... quiero saber.
—¿Quieres escuchar mis pensamientos de que mi esposa es en realidad alguien más?
—Sí. —Cielo asintió, acercándose a él con entusiasmo—. Quiero decir, mi rostro y cuerpo son los mismos. Pero el alma es de alguien más.
—Ah.
—¿Entonces? —Sus cejas se levantaron, sus ojos brillando con anticipación—. ¿Qué pasa si en realidad soy un alma diferente dentro del cuerpo de tu esposa?
—Eso no tiene sentido.