—Ya veo —Dominic movía su cabeza, sosteniendo el teléfono frente a su oído. Echó un vistazo a todos en la sala, detectando la curiosidad en los ojos de Cielo y Axel. Sebastián no parecía importarle mucho ya que estaba usando el teléfono de su madre para jugar.
—Entonces, ¿es realmente él? —Dominic continuó su conversación con Dane en el teléfono—. Ya veo. ¿El niño está a salvo?
—Está bien —movió su cabeza en señal de entendimiento antes de terminar la llamada.
Tan pronto como Dominic colgó su teléfono, Cielo y Axel se animaron. Lo miraron con expectación, esperando a que les contara la actualización.
—Lo atraparon y confirmaron que fue él… —Dominic se interrumpió, mirando a Sebastián como si no fuera algo que su hijo debiera escuchar. O al menos, era algo que no debería decir frente a su hijo mientras Cielo estuviera presente.