No cabe duda de que Leo era un hombre en la cima de su juego. Era una celebridad entre celebridades — un icono. Pero ante Dominic Zhu, Leo se sentía intimidado. Dominic no había hecho más que decir unas pocas palabras, pero su presencia y su aura por sí solas eran de un calibre completamente diferente.
El estatus de Dominic jugaba un papel enorme, por supuesto.
Dominic podía arruinar la carrera de alguien con facilidad, o elevarla con una sola palabra, justo como lo que había pasado con Paula Shen.
Aunque Leo reconocía el talento de Paula como actriz, había artistas mucho más talentosos allí fuera. Ella no era tan excepcional como Cielo. El punto era que Paula había conseguido su oportunidad porque estaba respaldada por el CEO del Grupo LYON. Leo había estado en la industria lo suficiente como para respetar el golpe de suerte de una persona y no pensaba mucho en el patrocinador de Paula. Después de todo, tener un patrocinador en la industria era algo normal.
